Si tienes un negocio en el sector de la hostelería o la alimentación, sabrás que la presentación y conservación de los productos es clave para atraer clientes y garantizar su calidad. Uno de los elementos esenciales para conseguirlo son los frigoríficos expositores para hostelería, diseñados específicamente para mantener los productos a la temperatura adecuada mientras los exhibes de forma atractiva.
Sin embargo, elegir el frigorífico expositor correcto no es tarea sencilla. Existen múltiples modelos, tamaños, sistemas de refrigeración y funciones adicionales, y cada detalle puede marcar la diferencia en el rendimiento y la rentabilidad de tu negocio. A continuación, te explicamos qué aspectos debes tener en cuenta antes de hacer tu elección.
1. Capacidad y dimensiones
El primer paso es analizar cuántos productos necesitas conservar y exponer al mismo tiempo. La capacidad del frigorífico debe ajustarse al volumen de tu oferta, evitando tanto el sobrellenado como el desperdicio de espacio. Es importante también considerar las dimensiones del equipo (alto, ancho y fondo), asegurándote de que encaje en el espacio disponible en tu local.
2. Tipo de refrigeración
Existen varios sistemas de refrigeración. Los más comunes son:
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Refrigeración estática: funciona mediante placas frías, ideal para productos que no requieren temperaturas constantes, aunque puede generar acumulaciones de escarcha.
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Refrigeración ventilada: distribuye el frío de forma uniforme gracias a un ventilador. Es ideal para mantener la temperatura estable.
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Refrigeración cíclica: combina ambas, y resulta útil para productos más delicados que necesitan condiciones intermedias.
Elegir el sistema adecuado depende del tipo de alimentos o bebidas que vayas a exhibir.
3. Eficiencia energética y consumo
El consumo energético es un aspecto clave, ya que estos equipos están en funcionamiento constante. Optar por modelos con eficiencia energética alta (clases A o superiores) puede suponer un importante ahorro económico a medio y largo plazo, además de reducir el impacto ambiental.
4. Temperatura de conservación
Verifica que el equipo pueda alcanzar y mantener la temperatura adecuada para tus productos. La mayoría de frigoríficos expositores para hostelería permiten ajustar el rango de temperatura, pero conviene asegurarse de que se adapta a los requerimientos específicos de cada alimento o bebida.
5. Materiales y facilidad de limpieza
Los mejores modelos están fabricados en acero inoxidable, un material resistente, higiénico y fácil de limpiar. Otros incluyen elementos de plástico reforzado, que pueden ser útiles para ciertas partes. La facilidad de limpieza es vital en cualquier equipo de hostelería, ya que influye directamente en la higiene y la durabilidad.
6. Diseño y funcionalidad
El diseño del frigorífico también juega un papel importante. Un buen expositor no solo debe ser funcional, sino también atractivo visualmente. Características como iluminación LED, puertas de cristal, cerraduras de seguridad, y sistemas de apertura abatibles o correderas, añaden valor y comodidad. Si se encuentra en una zona visible para el cliente, asegúrate de que se integre bien con el resto del mobiliario.
7. Sistema de descongelación y nivel de ruido
El sistema de descongelación automática facilita el mantenimiento del equipo, ahorrando tiempo y evitando interrupciones. Además, no olvides consultar el nivel de ruido del modelo. En negocios donde el expositor esté cerca del público, esto puede influir en la experiencia del cliente.
8. Normativas, garantía y marca
Asegúrate de que el frigorífico cumple con las normativas sanitarias y de seguridad vigentes. Además, elegir marcas reconocidas con una buena garantía te proporcionará mayor tranquilidad en caso de averías o fallos técnicos.
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